La estructura industrial de los Países Bajos está muy relacionada con las fuentes de energía del país. Durante siglos, los holandeses han dependido de los molinos de viento y la turba para obtener energía. Al desarrollarse nuevas tecnologías adquirió mayor importancia el carbón. Los depósitos existentes en la provincia de Limburgo proveían parcialmente las necesidades energéticas holandesas, pero la mayor parte de este mineral debía importarse. Después de la II Guerra Mundial, fue creciendo la importancia del petróleo y el gas natural; estos combustibles también eran importados y el puerto de Rotterdam se convirtió en la principal puerta de entrada del petróleo, que era refinado allí mismo. En las décadas de 1950 y 1960, los holandeses descubrieron grandes reservas de gas natural en la provincia de Groninga. La producción se incrementó con rapidez, permitiendo que en 1973 se cerraran las últimas minas de carbón que había en el país y convirtiendo a los Países Bajos en un gran exportador de gas natural, ya que, según datos de 2003, produce cerca de 73.129 millones de m³. En 1994, la potencia eléctrica instalada era de 18,3 millones de kW y en 2003 la producción total ascendía a 91.005 millones de KWh.
Durante la década de 1990, la energía eólica experimentó un gran desarrollo a raíz de la progresiva concienciación medioambiental. En 1992, se instalaron más de 630 aerogeneradores de alta tecnología, capaces de producir 144 millones de kWh al año.
El sector industrial holandés está muy diversificado y su origen es bastante reciente, pues su producción era relativamente poco importante antes de la II Guerra Mundial. La industria pesada, como la producción de acero, equipamiento de transporte y maquinaria de gran tamaño, tiene menos peso en la economía del país que el que tiene esa misma industria en Alemania o Bélgica.
El rápido despegue del sector secundario, después de 1945, estuvo encabezado por las industrias químicas y electrónicas. También son importantes las industrias de alimentos procesados y bebidas, las labores de tabaco, la fabricación de materiales de construcción, los astilleros, las refinerías de petróleo, la producción de caucho, plásticos y material impreso.
La unidad monetaria es el euro (el 2 de enero de 2002, un euro se cambió a 0.9038 dólares estadounidenses). Desde el 1 de enero de 1999, el euro se vinculó al valor del florín holandés, con un cambio fijo de 2,20371 florines por euro.
El De Nederlandsche Bank (1814) es el banco nacional emisor de moneda. Amsterdam es el principal centro bancario y de seguros, y la sede de la primera Bolsa del paí © "Países Bajos" Escrito por Emmanuel BUCHOT y Encarta
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